Hay muchas razones obvias para aprender un segundo idioma: avanzar en tu carrera, hacer que los viajes sean más agradables, al tiempo que amplías tus horizontes culturales. Pero lo que puede no ser obvio son los beneficios cognitivos que tienen lugar cuando lo haces.
En comparación con las personas que hablan un solo idioma, los adultos que hablan varios idiomas tienen más probabilidades de tener mayor inteligencia general, tener habilidades cognitivas generales superiores, ser mejor en la planificación, priorización y toma de decisiones.
Se ha demostrado también que son personas que son más perspicaces de su entorno, teniendo la habilidad de comparar y comprender los puntos de vista de otros. Tienen mejor enfoque, concentración y atención, son capaces de retrasar la gratificación inmediata en la búsqueda de objetivos a largo plazo, tienen mejores habilidades de memorización, y son más creativos.
Con todos estos beneficios, no es exagerado decir que aprender una segunda lengua es una de las mejores cosas que puede hacer para mejorar tu estado mental y tu calidad de vida. Aprender un segundo idioma beneficia las capacidades cognitivas como la inteligencia y la memoria, al tiempo que reduce los riesgos de envejecimiento cerebral, demencia y enfermedad de Alzheimer.
Por lo tanto, aprender una lengua extranjera es una de las formas más efectivas y prácticas de aumentar la inteligencia, mantener tu mente aguda y amortiguar tu cerebro contra el envejecimiento.
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